sábado, 12 de marzo de 2011

ASCENSIÓN AL PICO VÍZCARES

 La ruta que programamos para marzo fue la ascensión al Pico Vízcares, cumbre de la Sierra de Aves en el concejo de Piloña. Una grata sorpresa para los que no conocíamos esa parte de Asturias; una sierra que nada tiene que envidiar al Parque de Redes, con una de las colladas más guapas de todas las pateadas por el grupo.
 Empezamos la ruta muy cerca de Riofabar, aproximadamente a 1km, en un punto de la carretera por donde atraviesa el arroyo Llanoriu. Ahí cogemos un camino que asciende el valle por donde baja el Llanoriu, hasta la collada del mismo nombre. La primera parte del ascenso es a través de un bosque de robles, abedules, acebos.. una subida suave, al principio a un costado del arroyo y girando más adelante hacia el sur para llegar a la Collada Llanoriu desde donde se alcanza la cresta que recorre lo más alto de la Sierra de Aves.

 En la subida, se ve a nuestra derecha el valle de Espinaredo, por donde hemos llegado hasta las faldas de la sierra.

  Así llegamos a las campas de Cantu Llanoriu que dan paso a la Majada Llanoriu,  desde donde se escoge camino para subir el Vízcares.

 Mirando hacia el sur está la Majada Llanoriu. Desde allí se puede optar por ascender una pequeña canal para alcanzar la parte más alta de las cumbres de la foto y crestear por la sierra hasta la cima del Vízcares, o bien como nos marcaba el GPS, seguir sin ganar altura por la parte baja hasta otra majada y ascender al Vízcares desde una zona más cercana. No encontramos senda marcada para ninguna de las dos opciones pero la primera tiene las panorámicas más guapas. El grupo se dividió y parte subió por la cresta y otros subimos a media ladera monte a través hasta reunirnos cerca de la cumbre.

 Poco a poco llegamos a lo más alto de la sierra.  La subida se hace muy tendida, casi llaneando por un grupo de pequeñas cumbres que anteceden al Vízcares; desde aquí las vistas son preciosas, hacia el oeste el valle que lleva a Espinaredo y por donde haremos el descenso y hacia el este el valle del arroyo Foceyu que vierte al río Color. 

 Desde los altos una mirada al este: el valle del arroyo Foceyu y muy lejos y más hacia el sureste Picos de Europa.

 Hacia el oeste el Maoño y el valle que desciende hacia Espinaredo.
  
 Llegamos al Cantu Praón desde donde vemos el Fayascal, una cumbre intermedia que habrá que pasar para llegar al Vízcares.
  
Ascendiendo el Fayascal.

 En una mirada atrás vemos parte del camino recorrido desde el Cantu Llanoriu con alguna de las cumbres intermedias antes del Vízcares.

  Algunas de las vistas que tenemos en la parte final del ascenso. En la parte izquierda de la primera foto, la Llambría, motivo de discusión con los montañeros que nos encontraremos en la cumbre; detrás de ella en otras condiciones debería asomar la cumbre del Tiatordos. En la última foto del grupo, la Peña Les Víes.

 Y la Sierra del Sueve...

Después de pasar el Fayascal llegamos a la última rampa antes de la cumbre.

 Llegamos a la cumbre del Vízcares (1.419m), ahí nos encontraremos con otros montañeros que ascendieron por otra ruta. Comemos algo, discutimos sobre los picos que se ven desde allí y después de un ratín seguimos la ruta en la misma dirección que llevábamos para alcanzar la Collada Traslafuente.

 Belén de cumbre del Vízcares.

 Desde la cumbre y mirando hacia el este vemos al fondo Picos de Europa y en la izquierda, un poco iluminada por el sol, la Mota Cetín.

Empezamos el descenso. Una mirada atrás, dejando el Vízcares a nuestras espaldas.

 Descendemos por la cresta que recorre la sierra, perdiendo altura poco a poco y nos dirijimos hacia el Pico La Verdad pero sin llegar a él, pues antes cambiamos de dirección para alcanzar la campa de la Collada Traslafuente, visible en varias de las siguientes fotos.

 Las faldas del Vízcares que van quedando por detrás.

 Y de frente cada vez más cerca del Pico La Verdad y de la collada.

 Abandonamos la cresta y descendemos por un terreno pedregoso hacia unos bosquetes de texos, espinos y acebos que anteceden a la Collada Traslafuente.

 Así llegamos a la collada, guapa donde las haya, una de las más bonitas pateadas por el grupo.  Por el norte se abre al valle recorrido por el arroyo Estanquera que más adelante se unirá al río Infierno y que será nuestra ruta de descenso. En el collado buscamos su parte más alta para encontrar una fuente donde repostar; allí nos volvemos a encontrar con los montañeros de la cumbre.

 El Vízcares desde el Collado Traslafuente. En la parte derecha se ven los bosquetes de texos que atravesamos en el descenso y en la parte izquierda la Majada Cureñu, hacia donde iremos para buscar el camino de descenso al fondo del valle.

 Reemprendemos la marcha y en seguida llegamos a la majada.

 La Majada Cureñu. Otra braña guapa y tranquila; las vacas todavía tardarán en subir unos meses.

 Desde la majada el camino más natural parecía que iba hacia el fondo del valle por la parte baja de la braña pero el GPS, que ya nos sacó de un apuro otro día, se empeñó en hacernos subir un poco más y nos marcaba el camino por su parte alta. Le dimos una oportunidad que nos llevó otra vez a media ladera del Vízcares sin encontrar una senda clara en ningún momento; después de bastantes metros ascendidos y bastante tiempo empleado decidimos dar la vuelta bloqueados por unos canchales muy pindios en medio del bosque donde sólo encontramos rebecos. Apagamos el GPS y dimos la vuelta en dirección a la braña para buscar el camino que ya veíamos. Tres fotos de la pifia:

 Una vez en el camino, descendemos a través de un hayedo para alcanzar la orilla del arroyo Estanquera, atravesarlo por un puente en donde se une con la Riega Oscura para seguir descendiendo hacia el valle por donde baja el río Infierno y ya desde allí terminar la ruta de manera muy cómoda por las vegas que llevan a Riofabar, después de pasar por La Pesanca y muy cerca ya de los coches.