sábado, 12 de febrero de 2011

JITU ESCARANDI - RASA DE LA INAGOTABLE

 Una nueva jornada de montaña, esta vez en el macizo oriental de Picos, el Andara, el más pequeño de los tres macizos de Picos de Europa y quizás el menos visitado. Estamos al final del otoño y las primeras nieves llegaron a las montañas; de modo que hoy será una caminata con raquetas y con intención de llegar a la Rasa de La Inagotable (2.284m), una de las cumbres de Andara. La ruta comienza en el Jitu Escarandi (1.300m), en una carretera que parte de Sotres y donde hay un aparcamiento que acerca a los montañeros al interior del macizo.
 Preparamos el equipo para ponernos en marcha; algunos estrenaban el regalo de Reyes.

 Comenzamos el ascenso pisando nieve desde un principio. Buscamos el camino minero que nos llevará por la Canal de las Vacas hasta el Casetón de Andara, desde donde se accede al corazón del macizo.

 Seguimos ascendiendo poco a poco por el camino minero hacia el interior de la canal de las Vacas; cada vez con más nieve y con más niebla. Por el camino se encuentran las huellas de la actividad minera, bocas de mina, la propia senda y el Casetón de Andara, hoy reconvertido en refugio y anteriormente edificio minero. Las minas se explotaron hasta los años 60 durante los meses de verano para evitar los rigores del invierno, y se abandonaron por su escasa rentabilidad coincidiendo con la destrucción del Pozo de Andara, el único lago que tenía el macizo oriental. De ellas se extraían minerales de cinc.

 Llegamos al casetón de Andara. Después de descansar un poco, seguimos el ascenso que tras una fuerte rampa nos llevará a la Vega de Andara, un circo entre montañas por el que podemos tomar varias direcciones para ascender a muchas de sus cumbres; nosotros deberemos cruzarla para ascender a la Rasa de la Inagotable, nuestra meta hoy.

 Empezamos a subir la rampa hacia la Vega de Andara. 

 Llegamos a la collada tras la que empieza la Vega de Andara. El paisaje desde allí es impresionante;  un gran circo nevado rodeado de montañas, con el sol asomando a través de la niebla que se adueña de las cumbres.

 Nos encontramos con otro grupo de montañeros con los que cambiamos impresiones sobre la ruta a seguir para llegar a La Rasa que se ve en las fotos al fondo por la izquierda.

 Atravesamos la vega después de haberla recorrido en parte por uno de sus costados y nos dirigimos de frente a la rasa. El centro de la vega está completamente nevado y sin desniveles; un respiro para las piernas antes del ascenso definitivo. 

 Después de cruzar la vega llegamos al conjunto de montañas del que forma parte la Rasa de la Inagotable. La ruta más natural es por su parte norte para rodearla y subir por detrás, por una dura rampa que termina en una collada desde la que el ascenso se vuelve más suave, ya por la pala de la Rasa. 

 Alcanzamos así la collada,  desde allí sólo queda un ascenso de pendiente muy suave hasta la rasa.  En las fotos la vemos en una mirada atrás.

 Y la rampa por delante, la parte más suave y fácil del ascenso pero la niebla que  se cerraba por momentos, que tan bien queda en las fotos,  nos obligó a dar la vuelta casi en la misma cumbre.

 La Rasa vista en el camino de descenso. En algunos momentos la niebla la descubre, pero pronto vuelve a caer. 

 Comenzamos el descenso. En la collada de subida nos encontramos con un grupo de esquiadores de travesía; ellos tendrán el descenso más fácil.

 También tuvimos más fácil el descenso en algunos tramos. Momentos para el recreo...

 En el descenso la niebla ya ocupaba toda la vega. Confiados en el GPS lo intentamos por una ruta distinta a la de subida intentando coger alguno de los caminos abandonados de las minas que forman un laberinto por todo el macizo. El problema era que la niebla era tan densa que tapaba cualquier referencia visual. Después de deliberar y pasar algún momento un poco apurado, nos ajuntamos como buenos amigos y seguimos las indicaciones del GPS hasta el Casetón de Andara. 

 Así llegamos al Jitu Escarandi después de pasar por el refugio. 

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